El aeropuerto de Mendoza, ciudad cercana a la frontera con Chile, fue cerrado mientras la policía y la brigada antiexplosivos inspeccionaban el aparato.
El capitán del vuelo 4648 se vio obligado a hacer un aterrizaje de emergencia cuando la empresa recibió una llamada anónima en su sede del aeropuerto internacional de Buenos Aires, alertando de una bomba a bordo.
Mariana Ricaud, una pasajera del vuelo, publicó en su cuenta de Twitter (@castor) que "la amenaza se hizo ya en vuelo".
Ricaud, de nacionalidad mexicana, informó en varios tuits que las maletas a bordo de la nave fueron retiradas y que los pasajeros debieron identificarlas una a una, lo cual fue un proceso largo.
"Ahora se van a bajar y escanear todas las maletas minuciosamente… aún no sabemos si dormiremos aquí o nos subirán al mismo avión rumbo a San(tiago)".
Finalmente, medios locales aseguraron que tras una ardua búsqueda entre el equipaje de los pasajeros y en el avión, las autoridades aclararon que se trató de una falsa alarma.
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