Sexo por la puerta trasera

Dicen que aquellos que prefieren el sexo por la puerta trasera son los clásicos que tienen miedo al compromiso. Ojo, no estamos hablando del sexo anal, sino de "entrar por atrás". Y es que, después de todo, se trata de sexo sin rostro. De dar rienda suelta al placer carnal, a las sensaciones del momento.

Sin embargo, ¿por qué limitar esta experiencia erótica solo a los "Don Juanes" y "Aventureras"? ¡Las parejas estables también pueden divertirse! Sobre todo porque existen ciertos beneficios que ayudarán a maximizar tu placer.

Por ejemplo:

+ El sexo por atrás permite una penetración más profunda, lo que es increíblemente placentero para él. ¡Llegará hasta donde nunca imaginaste!

+ Pueden decidir una penetración más superficial y, en este caso, el pene alcanzará el punto G, esa zona de placer extrema que se encuentra casi en la entrada de la vagina y que produce orgasmos muy potentes.

+ Las posiciones por atrás dan la opción de estimular el clítoris de forma manual, con ello el hombre logrará que su pareja explote.

+ La mujer también puede autoestimularse. El clítoris también está a su alcance. Imaginen un doble orgasmo (clitoridial y vaginal) con la la estimulación de ambas zonas.

+ Los pechos, los labios, pero sobre todo, la espalda, están a disposición del amante. Es momento de trabajar la espalda, una zona poco explotada y que tiene gran sensibilidad.

Estas son tres posturas sugeridas para explorar "por atrás"

De perrito: Un clásico. La mujer se coloca, literalmente, en cuatro puntos. Asegúrense de estar en una superficie suave para no causar molestias en las rodillas. Él puede sostener las caderas de su mujer, pero también los costados, hombros, cuello y cabello. De vez en cuando puede dar una nalgada para incrementar el ritmo. Ella puede rodear los muslos de él con las pantorrillas para ayudarlo con la velocidad. La excitación aumentará si lo hacen frente a un espejo.

Medio perrito: Ella está de rodillas pero baja la cabeza y los hombros, elevando el trasero para recibir a su hombre. Esta posición es excelente porque alarga el canal vaginal y provee mayor profundidad. Ella podrá sentir el golpeteo de los testículos, mientras él podrá llegar tan adentro que los órganos internos de ella podrán sentirse golpeados por el pene.

Cobija humana: Ella se acuesta boca abajo y él entra por atrás. Si les cuesta trabajo la penetración con esta posición, prueben haciendo primero el medio perrito y después irse deslizando poco a poco hasta llegar a la cobija humana. Esta posición tiene mayor contacto corporal y para muchos resulta muy reconfortante sentir el cuerpo del otro. Si la mujer cierra las piernas durante este tipo de coito se hace más estrecho el espacio y con ello se puede conseguir más estimulación del clítoris. Los hombres sentirán mucho más sensación si la mujer contrae los músculos de la pelvis durante los embates suaves.

¿Listo para entrar por atrás?